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5 cosas que no sabías que puede hacer un filósofo 

Cuando hablamos de filosofía, a veces la gente suele asociarla con griegos antiguos andando con toga por todos lados pérdidos en sus pensamientos o sentados en una piedra pensando, como la estatua "El Pensador " de Rodín; eso en el mejor de los casos. En el peor de ellos, es asociado a un maestro de escuela de una materia aburrida y sin uso práctico. Sin embargo, los filósofos pueden hacer eso (esperemos que igual dejen de ser aburridos) y mucho más. 

He aquí cinco cosas más que puede hacer un filosófo más allá de estar en un salón de clase:

1. Asesor o consultor filosófico

El asesor o consultor filosófico ayuda a tomar consciencia de la propia filosofía de vida; organiza cafés filosóficos, talleres de pensamiento crítico y creativo para niños, jóvenes, adultos, grupos y empresas. Dentro de una empresa ayuda a mejorar la capacidad de colaboradores, mandos medios y altos en la resolución de problemas, el razonamiento ético y la capacidad de conceptualización tan importante para ver la organización como un todo y mejorar su eficiencia interna.

2. Editor/ escritor en periódicos o revistas

El filósofo tiene una amplia cultura tanto por su formación específica como por las materias complementarias que lleva durante la carrera, así como la rigurosa metodología investigativa propia de la disiciplina. De ahí que el filósofo este capacitado para laborar como editor o ecritor dentro de diversas publicaciones, especialmente de índole cultural. Además, al llevar diversas lenguas -como latín y griego- posee un amplio vocabulario, léxico y profundidad perfectos para ello.


3. Asesor ideológico, cultural o social

El filosófo puede trabajar dentro de partidos políticos, centros culturales u ONG's como asesor, ya sea fundamentando las bases ideológicas de dichas instituciones o como ejecutando las líneas de acción surgidas de las mismas así como su organización y promoción. 


4. Comentarista en radio o televisión

Puesto que la filosofía empapa casi todos los ámbitos de la vida, un filósofo puede ser comentarista de casi cualquier tema, particularmente si es de ínteres social, político o cultural. La aportación filosófica puede ayudar a tener una visión más global e integradora de muchos problemas y por ello ser perfectos para compartir puntos de vista con profesionales de otras áreas  en pos de interesar al público.


5. Creador de videojuegos

Esta última actividad puede parecer extraña y extremadamente alejada de la imagen típica de los filósofos, pero es cierta. Se puede entender en dos sentidos; en el primer sentido, literalmente un filósofo podría crear un videojuego, sólo requeriría tener los conocimientos tecnológicos necesarios para ello. En el segundo sentido, se puede hacer referencia a su participación en la creación del mismo, ya sea como creativo de la historia o como asesor en la creación de diálogos de la misma. Basta observar como muchos juegos tienen -además de una excelente historia- una excelente filosofía que la sustenta. Tal es el caso de juegos como Zelda: Ocarina of Time donde se nos presenta el paso de la niñez a la adultez del personaje, los viajes en el tiempo, el ideal del héroe, el valor de la amistad y el sacrificio; o el caso de Fallout 3, donde el usuario es invitado a tomar decisiones éticas que cambián el avance y desenlace de la historia. Los ejemplos son muchos y merecen un blog especial sobre esta interesante relación.


¿Cómo ves? ¿Imaginabas que un filósofo podía dedicarse a esto? ¿Qué otras cosas crees que se pueda hacer con la filosofía?


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11 señales de que te falta inteligencia emocional

Cuando el término “inteligencia emocional” se comenzó a popularizar, ayudó a la gente a darse cuenta de algo: las personas con inteligencia promedio superan el trabajo de aquellas que son más inteligentes en el 70% de las veces. Esta anomalía demostró que no basta la cultura o ágil mental para triunfar en la vida.Décadas de investigación han demostrado que la inteligencia emocional es un factor crítico que hace que las personas se destaquen del resto, La conexión de este índice con el éxito es tan grande que el 90% de los mejores profesionistas tienen una alta inteligencia emocional. La inteligencia emocional es “algo” dentro de todos nosotros que es intangible. Afecta como manejamos nuestro comportamiento, navegamos las complejidades sociales y tomamos decisiones para alcanzar resultados positivos. A pesar de su importancia, es difícil saber realmente cuánta inteligencia emocional tiene una persona y qué se puede hacer para mejorarla. Se pueden tomar pruebas validadas científicamente, pero lamentablemente no son gratuitas. Me puse a analizar cientos de pruebas que hemos hecho en mi empresa TalentSmart para identificar los comportamientos típicos de personas con baja inteligencia emocional. Son acciones que debes tratar de evitar en el futuro.

1. Te estresas con facilidad

Cuando te comes tus sentimientos, estos se acumulan hasta generar sensaciones como tensión, estrés y ansiedad. Las emociones ignoradas dañan el cuerpo y la mente. La inteligencia emocional te ayuda a manejar mejor el estrés al ayudarte a identificar las situaciones que te agobian y a enfrentarlas adecuadamente a tiempo. Las personas que no usan su inteligencia emocional tienden a apoyarse en otros métodos, menos saludables, para manejar la presión. Tienen el doble de posibilidades de experimentar ansiedad, depresión, abuso de sustancias e incluso de intentar el suicidio.

2. Te cuesta trabajo ser asertivo

Las personas con buena inteligencia emocional tienen un buen balance de buenos modales, empatía y cordialidad, pero son capaces de establecer límites. Esta combinación es ideal para manejar los conflictos. Cuando la mayoría de la gente está enojada, estas personas con buena IE se mantienen calmadas y balanceadas ya que se alejan de las emociones mal manejadas. Esto les permite neutralizar a las personas difíciles o tóxicas sin generar enemigos.

3. Tienes un vocabulario emocional limitado

Todas las personas expresamos emociones, pero solo unas cuantas son capaces de identificarlas con claridad mientras ocurren. Nuestra investigación arroja que solo el 36% de las personas pueden hacer esto, lo cual es problemático porque las emociones poco entendidas generalmente causan malos entendidos, elecciones irracionales y acciones contra productivas. Las personas con buena IE dominan sus emociones porque saben identificarlas y tienen un gran vocabulario para nombrarlas. Muchas personas simplemente definen su estado de ánimo como “malo”, las emocionalmente inteligentes saben decir “frustrado”, “ansioso”, “irritable”, etc. Cuanto más específica sea la palabra, mejor conocimiento tendrás de qué estás sintiendo, qué causa la sensación y qué hacer al respecto.

4. Asumes cosas rápidamente y defiendes tus posturas con vehemencia

Las personas que carecen IE forman opiniones rápidamente y sucumben a información vaga, que apoye sus propias posturas e ignoran cualquier cosa que pueda llevarles la contraria. Muy frecuentemente, discuten ad nauseam para defender un punto. Esto es especialmente peligroso para los líderes, pues sus ideas poco analizadas se pueden volver la estrategia de todo un equipo. Las personas emocionalmente inteligente marinan sus pensamientos porque saben que las reacciones iniciales se mueven por los sentimientos. Dejan que sus pensamientos se desarrollen y consideran consecuencias y contrargumentos posibles. Luego comunican su idea de la manera más efectiva posible, considerando las opiniones de la audiencia.

5. Guardas rencores

Las emociones negativas que vienen con los rencores son, de hecho, una respuesta al estrés. Solo pensar en la ofensa que recibiste hace que tu cuerpo entre en “modo de supervivencia”, un mecanismo que hace que te levantes y pelees o salgas corriendo ante una amenaza. Cuando el peligro es inminente, esta reacción es esencial para sobrevivir, pero cuando el peligro ya pasó, guardar ese estrés es muy dañino para ale cuerpo y puede tener consecuencias devastadoras con el tiempo. De hecho, investigadores de la Universidad Emory descubrieron que guardar el estrés contribuye a tener presión alta y enfermedades del corazón. Guardar un rencor significa que estás guardando el estrés de un enojo y las personas emocionalmente inteligentes saben que deben evitar esto. Soltar las cosas no solo te hace sentir mejor, también puede ayudar a tu salud.

6. No sueltas tus errores

Las personas emocionalmente inteligentes se alejan de sus errores, pero no los olvidan. Al mantenerlos a una distancia prudente pueden recordar las enseñanzas que dejaron para alcanzar el éxito futuro, pero no dejan que los detengan. Saben manejar muy bien la delgada línea entre recordar y revivir. Revivir demasiado los errores hace que te dé ansiedad y miedo de intentar cosas nuevas, mientras que olvidarlos por completo hace que los repitas. La clave del balance está en tu habilidad de transfromar los fracasos en lecciones que te ayuden a mejorar.

7. Sientes que la gente no te entiende

Cuando te falta inteligencia emocional es difícil entender cómo te ven los demás. Te sientes poco entendido porque no puedes dar tus mensajes de la manera correcta. Las personas con alta IE saben que aun con práctica no siempre se da una comunicación 100% efectiva. Saben darse cuenta cuando las personas no los están entendiendo, ajustan su estrategia y recomunican su idea hasta que se dan a entender.

8. No sabes cuáles son tus disparadores (triggers)

Todos tenemos disparadores, situaciones o personas que nos presionan y nos llevan a actuar de manera impulsiva. Las personas emocionalmente inteligentes estudian estos triggers y evitan las situaciones o individuos que les pueden hacer perder la cabeza.

9. No te enojas

No es que las personas emocionalmente inteligentes no se enojen, pero manejan mejor sus molestias para obtener el mejor resultado posible. A veces esto es simplemente mostrar que estas enojado, triste o frustrado. Ocultar tus emociones constantemente con una falsa actitud positiva no es genuino ni productivo. Las personas con buena IE emplean las emociones negativas y positivas en las situaciones correctas.

10. Culpas a otros por como te hacen sentir

Las emociones vienen de dentro. Es muy tentador atribuir tus sentimientos a las acciones de otros, pero debes tomar responsabilidad por ellas. NADIE PUEDE HACERTE SENTIR ALGO QUE TU NO QUIERAS SENTIR. Pensar lo contrario solo te frena.

11. Te ofendes con facilidad

Si sabes muy bien quién eres, es difícil que las cosas que otros dicen o hacen respecto a ti te molesten. Las personas con sanidad emocional son seguras y de mente abierta. Incluso pueden burlarse de sí mismas porque saben muy bien cual es límite entre el humor y la degradación.

En conclusión…

A diferencia del IQ, la IE es muy maleable. Puedes entrenar a tu cerebro repitiendo actitudes y acciones inteligentes. Cuando tu cerebro refuerza estos comportamientos, las respuestas anteriores se van borrando de los caminos neuronales. Antes de que te des cuenta, estarás respondiendo con más inteligencia emocional.


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¿Qué es la consultoría filosófica?

¿Consultoría que?

Puede sonar extraño que se hable de consultoría filosófica. Hemos escuchado términos como consultas medicas, consultas fiscales, consultas psicológicas, terapias psicológicas, de pareja, de conducta, infantil, etc., pero nunca de una consultoría o terapia filosófica. En realidad, ¿quién había pensado que un filosofo pudiera ser algo así como un consejero o alguien a quien consultar acerca de algo concreto en nuestra vida o sociedad? Es un hecho que lo primero que muchos estudiantes piensan cuando les toca tener que llevar la materia de filosofía, ya sea en la preparatoria o en la universidad, es esta incómoda pregunta: ¿para qué me sirve? Notando que se usa el término servir como sinónimo de útil o utilizable (que no es lo mismo pero eso es otra cuestión)

Esto nos da una idea de varias cosas: 1) La visión que la mayor parte de las personas y sociedades tiene acerca de la filosofía, es decir, es vista como una saber académico y abstracto, muy difícil y misterioso, que tiene poco que ofrecer a la vida real y concreta. 2) Los valores imperantes de la época enfocados más a lo concreto, inmediato y caduco, regidos por el gran signo de dinero ($), esto es, sólo tiene validez e interés algo que me genere ganancia y ganancia económica: la educación, el gobierno, la sociedad, las ciencias, etc...todo girando entorno a un solo aspecto el económico que tendría que tratarse más ampliamente en diversos ensayos. 3) La idea, más o menos latente, de la inutilidad de una ciencia como la filosófica cuando existen ya muchas ciencias experimentales y sociales que se encarguen de descifrar la realidad. No es de extrañar que Comte, primero, y el Círculo de Viena, después, limitarán la filosofía a un remedo de ciencia que engloba las otras o encargada de un mero análisis lingüístico (para lo cual, por cierto, existe otra ciencia)No es de extrañar, pues, que la existencia de algo como una consultoría filosófica sea algo así como un tabú que rompe con los moldes tan profundamente plantados en el inconsciente de la sociedad contemporánea.

En efecto, ¿qué suele pasar cuando uno quiere crecer como persona o un colegio busca el desarrollo humano de sus jóvenes? Va a un psicólogo. ¿Qué pasa cuando uno quiere saber si x o y comportamiento u acción es moralmente correcto? Va a un psicólogo y no pocas veces al médico. Y ¿si tienes problemas sentimentales? Va al psicólogo, a sexólogo, al medico y hasta con la estilista o se recurre al consejo de una revista para adolescentes. ¿Y cuando hay problemas económicos? Se acude al economista, al contador, al administrador. Y así podríamos mencionar muchas situaciones más donde se recurriría a todo mundo menos a un filosofo.Lo que quiero decir es que diversas ciencias han ocupado hoy un lugar que NO LES CORRESPONDE, sobre todo la psicología y la medicina. Esto no quiere decir que sean malas o que haya que negar la importancia y alcance de sus conocimientos; sin embargo, hay cosas que las ciencias experimentales y sociales no pueden ni deben reemplazar. De los ejemplos dados en el párrafo anterior, observamos que la psicología suele ser la que resuelve todos los asuntos humanos y por ello hablar de una consultoría filosófica resulta innecesario pero la verdad es que muchas veces no es necesaria la intervención de un psicólogo, un médico o un contador, pues, sin negar la importancia y ayuda que ofrecen dichas ciencias, muchas cosas comienzan por una visión filosófica (aunque no sistematizada y muchas veces inconsciente) que el sujeto en cuestión tiene acerca de él mismo, la vida, la sociedad y Dios. Todas cuestiones filosóficas.pero ¿qué es la consultoría filosófica?

Consultoría filosófica: Su ser

La consultoría filosófica es un espacio donde el consultante en dialogo con el consultado reflexiona sobre su visión del mundo de manera que se haga consciente de los principios, conceptos y argumentos de los cuales emanan sus emociones, acciones y actitudes.Otra definición similar puede ser la siguiente: Es un diálogo filosófico, una reflexión conjunta sobre el contenido de la visión del mundo del consultante. Bajo esta visión del mundo que se refleja a través de las decisiones que tomamos día a día para actuar subyace una filosofía implícita (1)El asesor o consultor filosófico es un profesional preparado, un filosofo que ha aprendido a conciliar el pensamiento filosófico con la práctica y la experiencia de la vida para acompañar en su reflexión al consultante. No es un maestro de filosofía, sino un filosofo.Un concepto importante será el de clarificar: Más que decirle al asesorado lo que debe hacer, se le explica lo que está haciendo.El consultante puede llegar a solicitar el servicio por diversas razones, incluso algunas que normalmente serían atendidas por psicólogos pero lo hace de forma muy distinta ya que su perspectiva es diferente como veremos más adelante.

Por ello, no solo es una alternativa a la terapia psicológica sino que igual puede ser complementariaSu origenSu origen remoto se encuentra en los primeros filósofos y pensadores entre los que destacan Sócrates, Platón, Lao-Tse, Confucio (pudiendo incluir a muchos más). Es entendible dicho punto si consideramos que los primeros filósofos no veían y vivían la filosofía como un saber académico, sino como algo importante en la vida cotidiana. De igual modo, muchos pensadores de distintos pueblos nos han dejado una riqueza inigualable en sus escritos, poemas y dichos como Nezahuacoyotl aquí en México.Sin embargo, su origen próximo se da con Gerd Achenbach en 1981 abrió la primera consultoría filosófica. El deseo de dicho proyecto comenzó en sus tiempos de estudiante cuando constató el languidecer de la filosofía en la vida publica hasta convertirse en una "ciencia de Seminarios" .Otro personaje importante es Lou Marinoff, autor del libro "Más Platón y menos Prozac" y que representa la rama anglosajona de dicho movimiento.

¿No es lo mismo que una psicoterapia?

No, aunque en apariencia puede parecer similar, tienen grandes diferencias en cuanto a la forma de tratar al consultante.1. La consultoría filosófica no tiene categorías como síntoma, trastorno, enfermedad y, por lo tanto, no hay un enfermo, un trastornado ni algo que curar.2. La psicología trabaja en función de un conflicto, la consultoría filosófica en función de un proyecto3. Mientras la psicología se enfoca en el individuo y sus relaciones próximas, la consultoría filosófica llega hasta ámbitos como la visión de la sociedad, la economía, la religión, etc., y su influencia en la persona; es capaz de hacer una crítica y proposición acerca de dicha concepción.4. La psicología parte de una supuesta neutralidad frente a los valores, mientras que la consultoría filosófica es consciente que siempre se parte de cierta forma de ver el mundo, de la cual la supuesta neutralidad es una.5. La consultoría filosófica, a diferencia del psicoanálisis, no parte de una introspección sino de un compartir de cosmovisiones. Tampoco parte de un determinismo, por lo que se aleja del conductismo.6. Otra diferencia, es que en la consultoría filosófica el asesor puede develar cierta información personal (considérese que algunas agrupaciones como Alcohólicos Anónimos utilizan en cierta medida dicho recurso con éxito) mientras que en la psicología, especialmente la psicoterapia, esto no se realiza.Hay que advertir, sin embargo, varios puntos de enlace: Toda terapia psicológica tiene un fundamento filosófico implícito con el cual se intentan fundamentar.

Por ejemplo: el conductismo parte del presupuesto del hombre como ser solamente material, con una escala ontológica igual al de los animales, determinado o al menos altamente condicionado por el estimulo-respuesta, únicamente empirista en su metodología (solo valen los datos experimentales). Con esto quiero decir que las similitudes que hay entre algunos sistemas filosóficos y las terapias psicológicas se dan en razón de que las mismas se fundamentan en algún conjunto de presupuestos filosóficos, en ocasiones parciales o, por qué no, incorrectos.Por último, me parece importante no hacer una falsa lucha entre psicología y filosofía. Cada una tiene lo suyo y pueden complementarse. Lo que si es importante es que cada una aporte su conocimiento en lo que le corresponde como ciencia. Por ende, y hay que aclararlo, un psicólogo o un médico no son nadie para hablar de la bondad o maldad de ciertos actos, ni promover ciertos valores en lugar de otros o condenar ciertas formas de pensamiento o creencia como erróneos o retrógrados, etc. Esto es, de hecho, poco científico pues ninguna de estas ciencias tiene por finalidad la reflexión y valorización de ninguna de estas temáticas; esto es algo que le compete sólo a la filosofía en algunas de sus ramas aunque al decir "solo a" no hay que entenderlo como despectivo de los conocimientos que arrojan ambas ciencias, sino darles su lugar como datos a analizar por parte de la disciplina filosófica a la que sí le corresponde en sentido propio dicho análisis.

Recordemos lo que dijo Simón Weil en su momento: "De un modo general, la literatura del siglo XX es esencialmente psicológica. Describe los estados del alma sin ninguna discriminación de valor, como si el bien y el mal fueran externos a ella, como si el esfuerzo en pos del bien pudiera estar ausente en el pensamiento de cualquier hombre"

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¿Para qué la filosofía?

La filosofía suele ser considerada como una materia o profesión innecesaria y relegada al ámbito académico sin una aplicación real, dicha apreciación se refuerza si tenemos en cuenta que en la sociedad contemporánea se da cada vez más importancia al “hacer” que al “ser” así como grandes avances científicos y tecnológicos que parecieran relegar a meras disputas conceptuales cualquier reflexión filosófica. Sin embargo, justamente esto es lo que demuestra que cada vez más es necesario recurrir a la filosofía. En efecto, ante el gran vacío existencial que ha dejado tras de si la vida posmoderna, la tan especializada ciencia incapaz de dar sentido y globalidad por su mismo método a todos los datos que tan vertiginosamente llegan a la masa y el rápido avance tecnológico con los peligros que conlleva solo son capaces de superar, integrar y darle sentido por una ciencia cuyo método y fin sea justamente la de ver la realidad como es, es decir, integral y globalmente desde su principio ultimo. Esto es y ha sido siempre la tarea de la filosofía.

Aún más, si tenemos en cuenta que el hombre es un ser racional por naturaleza y que desde el momento que tiene uso de razón se va formando una visión de sí mismo, del mundo y de lo Absoluto, con mayor razón no se puede dejar fuera el gran tesoro que la filosofía puede aportar para el desarrollo integral de la persona concreta y de los grupos que esta conforma sin menoscabar por eso a otras ciencias, muchas de ellas nacidas de la filosofía, cuya aportación ha enriquecido y ayudado a progreso de la humanidad y de la filosofía misma.

La filosofía es una opción necesaria y viable en colaboración con las demás ciencias para el bien de las personas y de la sociedad cada más necesitada de sentido, de fundamento y de valor por lo que se es. De ahí el interés de un servidor por poner en práctica, mediante distintos proyectos interdisciplinarios o no, los conocimientos filosóficos de manera que se ayude a las personas y comunidades a progresar integralmente sin reducir al ser humano a un único aspecto de su realidad con sus lógicas consecuencias. Marx (aún sin pertenecer o estar de acuerdo con su corriente no deja de ser cierto) pensaba que la filosofía era para transformar la realidad, no sólo para contemplarla.

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